El ají es un fruto que produce un picor intenso al consumirlo, pero sólo en los mamíferos. Los hay de distintos colores y dependiendo de su tipo, pueden ser de color blanco, amarillo, verde, naranjo, lavanda, rojo, morado y chocolate. La planta que da el ají puede medir entre 30 y 60 centímetros de alto. El sabor del ají en sí, es dulce, pero muchas veces no lo percibimos debido a su intenso picor.
Ahora bien, es importante señalar que el ser humano es el único mamífero que disfruta alimentándose con comida picante. Y, como sabemos, en algunas regiones de nuestro país, dicha sensación es una parte esencial de los menús diarios.
Consumo de Ají en Chile
Según datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos (ENCA), realizada por la Universidad de Chile y aplicada el año 2010, describen que, respecto del consumo de ají, un 14,2% de la población afirma consumir este fruto.
En Chile, existen tres preferencias en el consumo de ají, en formato fresco o recién cosechado; como pulpa o salsa, y; deshidratado, como el ají merkén.
Lo cierto es que el ají es consumido en América desde al menos 7.000 años A.C. y no sólo como alimento o condimento, si no que también se le ha dado un uso medicinal.
Entonces, ¿Por qué nos gusta tanto el ají o la comida picante?
El ají contiene capsaicina, que es compuesto químico que hace que el ají pique y sea oleoso. Al consumirlo literalmente se siente como si nuestra lengua estuviera quemándose y nuestro cerebro de inmediato enciende sus receptores del dolor.
El gusto por el picor en la comida no es natural, sino adquirido. Eso explica que haya tantos rituales tan distintos, así como diferencias en los consumos de este ingrediente alrededor del mundo.
Mezcla de dolor y placer
Un artículo publicado en The Wall Street Journal, señala que en nuestro cerebro, las sensaciones de placer y dolor muchas veces se solapan. Ambas utilizan los nervios del tallo cerebral, activan el sistema de dopamina del cerebro y las mismas áreas del córtex que influyen nuestra percepción y conciencia.
Para Paul Rozin, psicólogo de la Universidad de Pensilvania, el picor es una experiencia emocional de riesgo, dolorosa pero de poca duración y sin daño permanente. Así, el placer tiene lugar cuando el individuo descubre que el estímulo doloroso y las respuestas defensivas no son realmente peligrosas para la vida. Consumir ají es intenso y provoca una fuerte descarga de endorfinas, por esta razón comer picante resulta más placentero que doloroso.
En resumen, la ingesta de picante estimula la liberación de endorfinas, sustancias propias del cerebro que producen sensación de placer. Esta sustancia es también conocida como “hormona de la felicidad”, por lo que es difícil dejar de consumirlo.
Impacto positivo del ají
Entre los beneficios del ají se encuentran la reducción de la inflamación y el alivio del dolor. Se atribuye esto a la capsaicina, un compuesto químico responsable de la sensación picante.
Y ahora, también existe otra nueva investigación que añade nuevos datos.
La reciente investigación reveló que ingerir este alimento reduce el riesgo de muerte por enfermedades cardíacas y cáncer.
Se trata de la Asociación Americana del Corazón. El organismo estadounidense expresa que sigue siendo un misterio los beneficios del ají sobre las enfermedades. Todavía no encuentran el componente que genera el impacto positivo en los riesgos de muerte.
Lo cierto es que el estudio extrajo datos digitales de alrededor de 570 mil personas. La información esta disponible de los informes nutricionales en diferentes países.
Contraindicaciones
Por favor abstenerse de comer ají en cualquiera de sus presentaciones si padece de úlceras o gastritis avanzada.
Si sólo padece de gastritis leve o nerviosa, puede consumir habaneros en pequeñas cantidades o salsas naturales en base a este ají. El ají habanero es considerado el ají del futuro pues es el único ají que no irrita el estomago, inclusive para las personas que padecen gastritis nerviosas.
Si usted es alérgico/a al vinagre, no consuma el ají en salsas, hágalo ya sea directo del fruto o más gourmet, en aceites de oliva intervenidos con ajíes.
Y por último, recuerda: todo en exceso es malo.
El ají y sus diferentes nombres
- Ají (Latinoamérica)
- Chile (México)
- Pimiento o guindilla (España)
- Chili pepper (idioma de habla inglesa).